lunes, 16 de julio de 2018

LOS AMANTES - Ficus y Laurel no ama Ella, ni ama El -

Ellos llegaron antes que nosotros.


Destacaban en aquel instante en que la casa aun vacía para latir como un hogar, mantenia la latencia de vida en el espacio de Tierra que la abría o cerraba con un pulso al infinito.

El Vibrante Péndulo de los elementos.

Sol, Tierra, Agua, Aire o viceversa que tanto monta o es montado.

El Laurel parecía inmenso, no tardaria en mostrar que las adversidades como las inmensidades son solo aparentes.

Yo que sigo sintiendo entre mis filias atracción a la falsa leyenda Catara, que forma parte de mis historias subjetivas como referencia.
"Y dentro de 700 años el laurel reverdecerá..."

Era un Laurel hembra, que produce flores, bayas, pájaros, produce y produce sin descanso muchísimo que limpiar. Majestuoso, siempre aromatiza desde un estofado a un ritual, no deja de llenar la terraza de flores y bayas indebidas demasiados meses al año. Cosas de la convivencia tempestuosa.
El Ficus benjamina a su lado parece sistemáticamente a destiempo.
Moderno, descarado, vacilon, joven.
Nunca perdiendo tiempos ni en flores, ni en nada, bueno a veces alguna inflorescencia indecorosa que intenta no mostrar.
La miriada profusión de minúsculas hojas jaspeadas en cremas y verdes esmeralda me recordaban tantos hermanos de semilla que me habían acompañado.
El ficus, los sicomoros en general, buscandolo entre infinidad de
ficus e higueras me resultan magicos, desde los extinguidos a estos jovenes hibridos revoltosos. Aunque siempre los reproduje por esquejes leñosos, son promiscuos, algunos parece haberme mostrado mi fiel benjamina imposible de reproducir. Tambien lo he intentado con esqueje en verde.
Aquel ejemplar salvaje me tentaba a pensar que podria existir un ornamental ficus trenzado en un futuro.
Mi Selva a logrado asalvajarme cada día mas, no me permiten demasiados ornamentos.

El Laurel con su ímpetu obligaba a podas constantes, su afán de crecimiento le llevo a derribar las celosías pretendiendo conquistar la zona de los secretos, como nos gusta llamarla. Me enfade con el, lo hago normalmente prometiendo poda drástica. A ellos creo que no solo les da igual, sino que me provocan para lograrla, reverdecen, Vaya que si !! Y con mas ... mas... que nunca.

Deje de batallar con un laurel se multiplicaron en cinco inmensos ejemplares de mas de cinco metros empeñados en quitar el Sol al ficus que crecía exponencial en dura pugna. Ningun esqueje fructificaba del ficus cuando osaba a podas que escasamente solicitaba.

Me fascina su diversidad chocante de verdes, los múltiples pájaros que cortejan pelean y juegan entre sus ramas, incluso anidan alegrando o irritando con gorgoritos diversos. Su cercanía, puedo verlos mientras escribo deleiandome en el instante, los convierte en un cimiento maestro de este hogar, junto a la higuera o el limonero lunero.

Las cimas, aunque sean de pequeños montículos entre llanos, generan sus propios microclimas, entre ellos pequeños "cap de fiblo" o mini tornados los reconozco como parte del lugar que habito.
Alguno asusta.
Así fue el que arranco el ficus !!
Les veia bailar como siempre pero en esta ocasión su tronco se quebró como un
lamento y cayo !!
Grite !! El laurel con sus cuatro miembros se agitaba en la escena parecía querer caer con su compañero o levantar a su compañera es en este extraño mundo verde donde los géneros dejan de existir para ser, como la naturaleza mostro siempre. levantándolo vimos que un jirón quedaba unido todavía al muñón que había sujetado tantas historias.
Pequeñas burbujas de savia supuraban en cada una de las partes, la que mantenia sus raíces en Tierra y la que en su imprudencia intento volar.
La vida continuaba por ello, por aquella vida que rezumaba fuerza, por la energia de un Laurel amante y protector,  simplemente decidimos ponerlo sobre el muñón, sujetarlo entre dos troncos de laurel y que su fuerza decidiera, el viento era un elemento apasionado pero a veces hace falta algo mas que pasión para catalizar una relación. Cierto que dude muchísimo antes de forzar la unión con cuerdas, me cuide mucho de que fueran naturales, que el Sol y el crecimiento mismo de los troncos se encargaría de romper mientras cruzaba los flexible troncos del laurel sobre el malherido ficus atando así mismo con vendas una herida que amputaba su cuerpo de su espíritu. Solo podíamos dejar que las lunas marcaran sus ciclos con generosidad.
Los vendavales nos aterraban, pero parecía mantenerse. cada día miraba si los tonos de sus hojas amarilleaban, el tiempo pasaba y una cicatriz iba cerrando
aquel trágico incidente, increíblemente nacían raíces aéreas, crecía, seguia enfrentándose a los vientos, dando sombra, creándome problemas junto al ficus de zonas que pasaron a dejar de tener tanta importancia. Adaptarnos a ellos, reparar con visión. Podar a menudo, pero es tan hermoso verles juntos !!

Un dia mientras les miraba senti que algo iba mal, muy mal, me acerque para observar el interior de sus ramas para descubrir aterrada que una gran parte estaba muerta, seca, ajada y la causa era el abrazo mortal del laurel !!

No fue una cuerda la que sego la corteza absorbiendo la propia savia que habia protegido y salvado, La rama incrustada en el ficus parecían dispuesta a ir arrebatando  la vida en el Amor.
Pelee con el laurel, cortando el abrazo asesino sin dañar en exceso al Benjamina, fue arduo, complejo, iba otra vez a liquidar de forma drástica al laurel cuando recordé que el ficus le debía  realmente seguir allí  por el que ha protegido el embate mas fuerte del mas violento de sus amantes.
El viento en su rincón secreto.
Sujetándola, sujetándose en cada uno de los mas difíciles pasos de la danza.





Cicatrices, muñones  que  quedan.
Ellos unidos bailando al viento,
rozándose sin oprimirse, han aprendido.
Entre ambos hemos crecido en amarnos, sacando lo mejor de cada una de nuestras cicatrices.
Mientras yo sigo observando sus danzas de orgasmico placer.

Contando sus historias para que nadie dude jamas del sentimiento que emana.


#SomosTribu #TuAlquimiaPersonal #BruixaXula









ESTOY CANSADA

No pretendo hacer reproches, simplemente no tengo ya fuerzas para huir, lo haría, es lo que se me da mejor, pero la huida agota. Tampoc...